Los inicios de este despacho se remontan al año 1.952, en el que su fundador Lydio Carazo Martínez, que en la década comprendida entre 1.977 a 1.986 ostentó el cargo de Decano, del Ilustre Colegio de Abogados de Jaén, se estableció en la Capital jiennense, para continuar con su actividad profesional, después de haber trabajado durante varios años en Córdoba, como Abogado de la Organización Sindical.
Desde sus comienzos, el Despacho, que ya contaba por entonces con varios Abogados colaboradores, se vino dedicando fundamentalmente al derecho empresarial, desarrollando su actividad profesional no solo en Jaén, sino en la Comunidad Andaluza y parte del Estado Español, ejerciendo funciones de asesoramiento y defensa en asuntos civiles, mercantiles, laborales, y contenciosos-administrativos, asumiendo la secretaría del Consejo de Administración en múltiples sociedades mercantiles, tanto locales, regionales como nacionales, y colaborando estrechamente con distintas Organizaciones Empresariales, tales como La Unión del Olivar Español, o la Cámara de Comercio e Industria de Jaén, de las que su fundador, fue primer Secretario General, y Vicepresidente, respectivamente.